Bueno, me he animado a publicar este post, un poco del mismo estilo de aquellos que publiqué hace dos años y pico alentando/pidiendo/sugiriendo la publicación de varios clásicos de Marvel y DC Comics por parte de
Panini y
ECC (en el caso de Panini ya se han publicado muchas de aquellas propuestas, en el caso de ECC la cosa va mucho más lenta...), pero esta vez dirigido a Dolmen Editorial... si señores, la editorial que desde hace bien poquito ha comenzado a publicar una línea, con el nombre de Colección Sin Fronteras, centrada en los grandes clásicos de la historia de los cómics de prensa.
De momento apenas han salido al mercado el primer volumen de las tiras diarias del Johnny Hazard de Frank Robbins y el primer volumen del Flash Gordon & Jim de la Jungla de Alex Raymond, ambas muy buenas ediciones, ambos excelentes trabajos por parte de Vicente García, Rafael Marín, Jesús Yugo y toda la gente implicada en el proyecto, pero yo quiero desvariar un poco y virar hacia aquel debate que se creó en Facebook cuando Dolmen dio el primer aviso de la creación de la línea y empezaron a aparecer sugerencias hasta de debajo de las piedras.
Consciente de que no todas las obras clásicas de los cómics de prensa son igual de fáciles (o difíciles) de publicar y que no todas contarían con la misma aceptación y acogida por parte del público, quiero centrarme en sugerir a tres autores que merecerían ser publicados en España, tres (o cuatro) obras que los buenos aficionados al cómic de nuestro país merecerían poder conocer/leer/degustar... me refiero a Noel Sickles, Floyd Gottfredson y Frank Godwin.
Son tres autores esenciales, tres artistas sublimes, tres dibujantes magníficos que merecerían su hueco en el mercado español, pero que probablemente no venderían lo suficiente como para realizar unas ediciones largas y completas de sus obras como sí se puede hacer con las de Harold Foster y Alex Raymond, consten de los tomos que consten... por eso mi propuesta sería un título genérico, paralelo al Flash Gordon de Raymond, al Johnny Hazard de Robbins y al inminente Príncipe Valiente de Tom Yeates (al que ya se ha confirmado que le terminará siguiendo la edición ¿definitiva? de la obra original de Foster), donde tuvieran cabida varios títulos que de otro modo difícilmente tendrían su oportunidad.
> En el caso de Noel Sickles es evidente que la obra a sugerir es Scorchy Smith, título donde Sickles se convirtió en el auténtico maestro iniciador de la técnica del claroscuro en el mundo del cómic, antes incluso que Milton Caniff, quién la populizaría en mayor medida (después ya vendrían los Robbins, Toth, Craig... y hasta nuestro Jordi Bernet). El Scorchy Smith del Sickles es historia pura del 9º Arte y debería, algún día, ser publicado como Dios manda por estas tierras.
> El Mickey Mouse de Floyd Gottfredson sería una obra, tal vez, demasiado extensa de querer publicarse de forma completa, pero al menos sería sumamente interesante publicar sus primeros años de vida, donde el Sr. Gottfredson se convirtió en el primer autor de cómic underground... y fue dibujando a Mickey. Antes de Robert Crumb, antes incluso de Basil Wolverton, Floyd Gottfredson se sacó de la manga una puñetera obra maestra protagonizada por animales antropomórficos, salpicada de cinismo y dura realidad, que con el tiempo se iría infantilizando, pero cuyos primeros años de vida sorprenderían a muchos lectores españoles... ¡Ah! y gráficamente también es excelente.
> Y en cuanto a Frank Godwin, pues eso, que sigue siendo un autor maldito en España... ese pedazo de dibujante prácticamente tan grande como los mismísimos Foster, Raymond y Salinas, pero que muchos aficionados ni siquiera conocen. En su caso me resulta difícil decantarme por una de sus dos grandes obras, Connie y Rusty Riley, pues en la segunda alcanzó una madurez artística absolutamente arrolladora, pero la primera tal vez posea más feeling desde un punto de vista argumental/aventurero... ¿Y por qué no una selección de ambas?
Quizá todo esto que propongo no sea del todo viable (no conozco suficientemente el tema de la disponibilidad de materiales), pero de poder hacerse realidad sería algo realmente maravilloso, necesario y un excelente compañero de viaje y complemento de lujo para las magníficas ediciones del Johnny Hazard de Frank Robbins y el Flash Gordon de Alex Raymond... crucemos los dedos.