Hay momentos en la vida que suponen auténticos puntos de inflexión, puntos de no retorno, situaciones que te cambian para siempre. Ahora mismo yo me encuentro ante uno de ellos. Ha fallecido mi abuela y con ella puedo certificar también la defunción de una parte importante de mi alma.
Se dice que en ocasiones los abuelos sienten un amor inconmensurable, casi irracional, por sus nietos, superior incluso al que sienten por sus propios hijos. Yo puedo decir que fui uno de esos casos. No voy a entrar en detalles personales ni a hablar de los largos paseos, juegos de niños o vacaciones en la playa, junto a mi abuela, disfrutados tanto por mi como por mi hermano durante nuestra niñez. Tampoco voy a hablar de su fuerza interior y sus eternas ganas de hacer cosas a pesar de las limitaciones físicas que la edad le fue imponiendo. Apenas mencionar que ha vivido hasta los 93 años a pesar de tener los pulmones débiles y mal desarrollados desde que era pequeña. Ya que este es un blog sobre arte... sobre cómic, me limitaré a hacerle un homenaje en forma de portadas de tebeos, puesto que, sin ella, tal vez mi profunda afición por este medio no hubiera sido la misma.
Mi abuelo, fallecido cuando yo era todavía muy pequeño, hizo saltar la chispa con los Mortadelos y Pulgarcitos perennemente alojados en su mesita de noche. Yo pasaba tardes enteras en su casa y me encantaba hojear todos esos tebeos encima de la cama de mis abuelos. Y después, prendida la llama, mi abuela me ayudó a avivarla comprándome tebeos de mil y un tipo diferentes; cuando mis padres no querían (en ocasiones mi padre me decía que me olvidara de los tebeos y me centrara más en los estudios... esas cosas que dicen a veces los padres) o no podían darme dinero para comprarlos, allí estaba ella para subvencionar mis compras comiqueras.
Hoy, con el corazón desgarrado y una sensación de vacío en el alma del tamaño del desierto de Gobi, le dedico esta entrada acompañada de 48 lágrimas en forma de 48 portadas de cómics (bueno, con una excepción)... cómics que tuve en mi niñez, la mayor parte de ellos comprados por mi abuela, por supuesto, y que representan 48 auténticas e influyentes cápsulas de nostalgia en homenaje a los 48 años de mi vida que he podido compartir con ella.
T'estimo, Iaia.
Se dice que en ocasiones los abuelos sienten un amor inconmensurable, casi irracional, por sus nietos, superior incluso al que sienten por sus propios hijos. Yo puedo decir que fui uno de esos casos. No voy a entrar en detalles personales ni a hablar de los largos paseos, juegos de niños o vacaciones en la playa, junto a mi abuela, disfrutados tanto por mi como por mi hermano durante nuestra niñez. Tampoco voy a hablar de su fuerza interior y sus eternas ganas de hacer cosas a pesar de las limitaciones físicas que la edad le fue imponiendo. Apenas mencionar que ha vivido hasta los 93 años a pesar de tener los pulmones débiles y mal desarrollados desde que era pequeña. Ya que este es un blog sobre arte... sobre cómic, me limitaré a hacerle un homenaje en forma de portadas de tebeos, puesto que, sin ella, tal vez mi profunda afición por este medio no hubiera sido la misma.
Mi abuelo, fallecido cuando yo era todavía muy pequeño, hizo saltar la chispa con los Mortadelos y Pulgarcitos perennemente alojados en su mesita de noche. Yo pasaba tardes enteras en su casa y me encantaba hojear todos esos tebeos encima de la cama de mis abuelos. Y después, prendida la llama, mi abuela me ayudó a avivarla comprándome tebeos de mil y un tipo diferentes; cuando mis padres no querían (en ocasiones mi padre me decía que me olvidara de los tebeos y me centrara más en los estudios... esas cosas que dicen a veces los padres) o no podían darme dinero para comprarlos, allí estaba ella para subvencionar mis compras comiqueras.
Hoy, con el corazón desgarrado y una sensación de vacío en el alma del tamaño del desierto de Gobi, le dedico esta entrada acompañada de 48 lágrimas en forma de 48 portadas de cómics (bueno, con una excepción)... cómics que tuve en mi niñez, la mayor parte de ellos comprados por mi abuela, por supuesto, y que representan 48 auténticas e influyentes cápsulas de nostalgia en homenaje a los 48 años de mi vida que he podido compartir con ella.
T'estimo, Iaia.
14 comentarios:
Lo siento mucho, Mo. Los abuelos ocupan un lugar muy especial en la vida de uno. En mi caso, hace ya tiempo que los perdí a los cuatro. La primera, mi abuela paterna, en 2004. El último, mi abuelo materno en 2013, con 90 años. Entre medias, mi abuela materna falleció después de unos años luchando contra el Alzheimer.
A los cuatro los echo de menos, unos días más que otros. Pero de alguna manera siento que siempre están conmigo, porque forman parte de mí. En mis defectos reconozco sus defectos, y en mis (pocas) virtudes entreveo las suyas, las muchas que tenían.
Están siendo días muy duros para mucha gente. Un abrazo y cuídate mucho, tú y los tuyos.
Muchas gracias, Hombre de Trapo.
Palabras muy bonitas las tuyas, y muy ciertas, puesto que cuando se fraguan relaciones como estas entre abuelos y nietos, no tienen fecha de caducidad, su legado sigue viviendo con nosotros y nos hace ser mejores personas, como si de ángeles de la guarda se tratara, especialmente en los momentos de mayor debilidad, cuando más lo necesitamos.
Igualmente, cuídate mucho... cuidaos mucho.
Lo siento mucho, amigo. Te mando mis condolencias y todo mi ánimo.
Yo no conocí a mis abuelos porque murieron en la guerra civil. Pero entiendo el sentimiento que describes porque lo noto en mis hijas. Quieren de una forma especial a sus abuelos. Es una relación única e irrepetible que estoy seguro que ellas no podrán olvidar nunca.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias, Jesús.
Estoy seguro de ello.
Un fuerte abrazo.
...Cuantos recuerdos al ver esas portadas, Mo!...parece mentira que viviendo tan lejos hayamos vivido momentos tan similares ante las páginas de un comic, pero la España de antes era tan pequeña que al final todos parábamos en las mismas plazas para jugar...:-)
...Parece que este año 2020 va a ser de agrio recuerdo para todos, pero para tí muy especialmente, Mo...Decía Bruce Lee aquello de No rezar por una vida sencilla, sino por la fortaleza de resistir una difícil...
...Te deseo toda la fuerza del mundo, chavalote. Un abrazo! :-)
Saludos, Fernando.
Aquellos tiempos eran buenos tiempos, al menos para estas cosas... la pasión y sensación de maravilla que nos provocaba ir a un quiosco y encontrar todos estos tebeos era una sensación irrepetible que es imposible de describir con palabras. Creo que por ello nuestra generación ha dado tantos apasionados por el 9º Arte, que en realidad suponemos una buena parte de la columna vertebral que sustenta la industria editorial patria en nuestros días, especialmente por lo que respecta a la edición de clásicos, que es una parte muy importante del panorama editorial actual.
Son tiempos duros, especialmente para quién se encuentra en situaciones como la mía, pero hay que tratar de ser fuerte y tirar para adelante, como sea...
Muchas gracias, Fernando. Un abrazo.
Lo siento, Mo.
Gracias, David.
Un abrazo.
Primera ocasión que leo este blog, y esta triste noticia me apena, lo siento... Pero seguro voy a encontrar motivos para disfrutar de buena lectura, buenas sensaciones y buenas ideas.
Si no fuera por el confinamiento no hubiera conocido tu blog, pues normalmente no dispongo de nada de tiempo. He leído un cómic adquirido antes de la cuarentena, la reedición del Cuto de Jesús Blasco, y he perdido (o ganado según se mire) algo de tiempo mirando cosas por Internet hasta llegar a tu blog.
Mi afición por la lectura viene de mis padres, y mi afición por los cómics no tengo ni idea. Mi infancia fue de Don Miki y los mortadelos, zipi y zape y compañía. De adulto he leído cómics a ratos, y estos últimos años leo algo más. No tengo dudas cuando señalo mi autor favorito que es Taniguchi. De los de aquí no dudo pues es Miguelanxo Prado, aunque como vivo en Valencia tengo que decir que Paco Roca también me gusta mucho.
Saludos y muchos ánimos. Cuidaros.
Pues muchas gracias por tus palabras, anónimo, y bienvenido a este blog.
Coincidimos plenamente en Taniguchi, uno de mis autores favoritos también. Recientemente estuve leyendo sus Guardianes del Louvre, que todavía tenía pendiente de leer.
De Paco Roca también he leído varias obras y me parece un autor muy interesante, sin duda.
Aunque verás que mi blog está centrado básicamente en los dibujantes de cómics. Siempre quise diferenciarme de los típicos blogs y webs de crítica y reseñas y opté por lo que a mi más me apasiona, centrarme en el arte, en los grandes dibujantes de la historia del 9º Arte.
Saludos.
Hola de nuevo, me llamo Antonio, el anónimo de la entrada anterior. He leído las entradas de los mejores 101 cómics, y me ha encantado. Es una gran ocasión para conocer nuevos autores, aunque yo no sea un lector de cómics asiduo. Muchas gracias.
Resaltas el aspecto artístico de la obra de los autores, lo cual es de agradecer pues da otro punto de vista diferente a otras recomendaciones sobre cómics. Hace no mucho leí el Philemon de Fred y quedé gratamente sorprendido, lógicamente el aspecto gráfico de la obra no tiene tanta relevancia como el personaje en sí.
He tenido dos etapas en mi vida, la primera en mi infancia con la lectura habitual de tebeos, aunque luego no me enganché al cómic; y desde hace unos 20 años con la paternidad, que hicieron regresar los tebeos a casa. Afortunadamente la biblioteca de mi pueblo, Mislata, está muy bien surtida de cómics y comencé a leer, alternando con la novela, sobre todo la policíaca que es la que más me gusta. También mi biblioteca está muy bien surtida de títulos de la mítica colección de novela negra de las Seleccions de la cua de palla, que a lo mejor conoces, he leído bastantes títulos de dicha colección. No sé si tienes alguna entrada en tu blog sobre el vínculo específico entre cómic y el género negro y policíaco, si es así te agradezco me lo hagas saber.
Me enganché a raíz de la obra de Peeters y Schuiten, quedé hechizado. No creí que volviera a encontrar otro cómic que me impactara tanto...hasta que descubrí a Jiro Taniguchi, que hasta el momento es mi preferido. Algunas otras obras me han impactado también bastante, como El Cid de Hernández Palacios, Seth, o Mort Cinder de Breccia, pero no al nivel de Taniguchi. Soy muy exigente con el cómic, o me gusta o no me gusta, y la mayoría me interesan bien poco y no los leo solo por leer. Por ejemplo, un día cogí un cómic de Corto Maltés, tanta fama que tiene, y no me llamó la atención, ni por lo gráfico ni por la historia. Sin embargo, del mismo género he leído el Dieter Lumpen de Pellejero y me gustó mucho en ambos aspectos, dibujo y guión. Últimamente veo una avalancha de títulos de lo que yo llamo cómic ideológico, que no me interesan en absoluto.
El confinamiento me pilló con una magra cosecha de títulos, apenas el Condorito de Pepo (tebeo), The private eye de Marcos Martín (me ha gustado), y Cuto de Jesús Blasco. Tengo el Little Nemo integral que me regaló mi hermano hace años, pero lo miro a ratos, como cuando uno tiene ganas de ver un museo o visitar una exposición, pero no lo leo como cómic en sí.
Menos mal que gracias a ti saldré del encierro con un buen capazo de buenas ideas para futuras lecturas. Me acercaré también a visitar alguno de los otros blogs amigos.
Un abrazo.
Saludos, Antonio, y gracias de nuevo.
A propósito de lo que comentas de los vínculos entre cómic y género negro, debo recomendarte el blog de mi amigo Tristan ( http://lacanciondetristan.blogspot.com/ ) que aunque lleva bastante tiempo inactivo por la falta de tiempo, es un apasionado tanto del cómic como del género noir, con lo cual seguro que todo su trabajo allí te resultará de sumo interés.
Incluso hace unos años llevó otro blog de forma paralela dedicado exclusivamente al cómic de serie negra ( http://comicsserienegra.blogspot.com/ ), pero lo tuvo que dejar por la imposibilidad de tirar para adelante los dos blogs a la vez.
Marcos Martín me parece un artistazo, uno de esos dibujantes capaz tanto de captar ciertas reminiscencias de los grandes clásicos como de innovar en el cómic. Sus cómics de Spiderman son realmente sensacionales a nivel gráfico.
Abrazos.
Mo,acabo de leerlo justo ahora,lo siento muchísimo.
Un abrazo fuerte.
Muchas gracias, Jaime.
Un abrazo.
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