FOSTER ANÓNIMO, PERO FOSTER AL FIN ------ por Antonio J. Iriarte
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*(Este artículo de Antonio J. Iriarte fue originalmente publicado en el
volumen XVII de la edición de Manuel Caldas del *Príncipe Valiente*. Por su
enorm...
Hace 2 semanas
10 comentarios:
Magníficas portadas de un autor que es una de mis debilidades (ya lo sabes), estando entre mis 5 dibujantes de cómic favoritos de todos los tiempos.
De las portadas seleccionadas, personalmente me quedo con el primer plano de la cara de Wonder Woman. El rostro de Diana aquí es una auténtica delicia, un ejemplo perfecto de belleza difícil de igualar por la proporcionalidad clásica de sus facciones y la equilibrada distribución de sus rasgos. Además, este retrato está lleno de enigmáticos matices, transmitiendo una mezcla de sutiles emociones que sólo los grandes dibujantes son capaces de sugerir. Nada que envidiarle por ejemplo a Kevin Maguire, otro gran maestro de las expresiones faciales.
En segundo lugar, porque no es común escoger un primerísimo primer plano de un personaje como portada de un cómic, precisamente porque se trata de un plano demasiado estático, mientras que en las portadas se prioriza el dinamismo para atraer al futuro comprador. Hacer un primer plano de un personaje como portada y que no resulte aburrido es algo muy difícil de conseguir. Y si algo resulta este retrato de WW es cualquier cosa menos aburrido...
Saludos, Hombre de Trapo.
Totalmente de acuerdo, en ocasiones se ensalza el realismo y las proporciones anatómicas de García-López (igual que ocurre con John Buscema), pero no cabe duda que ambos han sido magníficos dibujantes en todos y cada uno de los sentidos, desde las expresiones de los personajes hasta el sentido del movimiento, pasando por sus composiciones de página, etc... Machos Alfa de los artistas de cómic, como alguien acertó a decir en alguna ocasión...
La portada que mencionas es tremenda, pero permíteme que personalmente me quede con dos... La del 118, por ser el pin-up perfecto, una de las mejores ilustraciones, sino la mejor, de WW que yo recuerde haber visto nunca... Y la del 129, perfecta en su composición y en el dinamismo de los personajes, por no mencionar el sublime dominio de la anatomía humana de este genio absoluto del dibujo.
Mo,
muy grande J.L.G.López, muy grande...
Explica Andrew Helfer que un día estando sentado en su oficina se le paró un hombre en el quicio de la puerta y empezó a mirar un dibujo original de WW de López que tenía colgado en la pared. Explica el editor de DC que no conocía personalmente al extraño pero que lo reconoció por su característica figura. Era Jean Giraud/Moebius. El francés - de gira por E.E.U.U. - entró en su despacho, se bajó las gafas y miró atentamente el dibujo. De repente se giró hacia el dueño del despacho y en un inglés con fuerte acento francés le dijo: Este García López... Usa modelos ¿No?
Helfer le respondió que no.
- Son of a bitch! exclamó Giraud y se fue sin añadir palabra.
Helfer explica que le parece el cumplido más importante que un artista le puede hacer a otro.
Hermosa historia.
Saludos.
Saludos, Tristan.
Una anécdota tremenda que demuestra lo verdaderamente enorme que es el arte de García-López; ojalá se hubiera dedicado a dibujar más cómics, pues lo escaso de su producción siempre nos deja con ganas de más, pero las cosas son como son y el destino quiso que se dedicara a las guías de estilo y a temas más de marketing de DC Comics...
...Que curioso, los dos grandes realistas de cada casa, Big John de Marvel y García-López de DC, y tan diametralmente opuestos en este sentido... A John, Marvel le pidió hiperproducción, que dibujara incluso más cómics de los que podía, hasta bocetos para que los acabara el entintador de turno; y en cambio a José Luis, DC le pidió todo lo contrario, poca producción y centrase más en las guías de estilo de los personajes de la editorial y todo eso... Supongo que la velocidad dibujando de cada uno de ellos tendría bastante que ver en ello...
Grandísimo García López. Podía dibujar cualquier cosa y dominaba todos los géneros. Aquí hay portadas fabulosas e inolvidables.
Hermosa e inolvidable anécdota la que relata Tristán.
Un abrazo
Saludos, Jesús.
Lo dicho, un auténtico Macho Alfa de los artistas de cómic.
Abrazos.
A la vista está la prueba de que el señor García Lopez es un grande entre los grandes: ¡Ni Vince colletta puede malograr sus dibujos!
Bromas aparte: Es conocido el hecho de que es tan bueno que intimida al resto de profesionales. En Gijón, el guionista de ATARI FORCE dijo que le pidió que hiciese cosas imposibles... y las dibujó!!
Lo de la DC y García López es incomprensible: por una parte lo tienen semisecuestrado para no "quemarlo", y por otra, entregan sus páginas a JOSEF RUBINSTEIN (gran entintador) con la condición de que tiene que hacer CUATRO PÁGINAS DIARIAS. Aún así, hizo un buen trabajo, pero el pobre RUBINSTEIN se lamentaba con razón de que pudo ser mucho mejor de lo que fue.
Jorge de Asturias.
Saludos, Jorge.
El tema de los entintadores en el comic-book americano da para escribir ríos y ríos de tinta... En algunos casos no cabe duda que ciertos entintadores han mejorado el resultado final de los lápices de algunos dibujantes, pero en muchos otros casos lo han empeorado claramente o simplemente le han quitado parte de magia... Son especialmente ilustres los casos de John Buscema y (especialmente) Gene Colan, cuyo estilo era difícil de ser entintado con plena justicia por la mayoría de entintadores del medio... En mayor o menor medida casi todos los entintadores amaneraban la esencia de su trazo y la "tapaban" en demasía...
No hay duda de que García López es un genio desaprovechado por la compañía. Unos cuantos números de diferentes series, unos prestigios, números especiales, portadas diversas... todo menos una serie en la que hubiera detacado de verdad. De todas formas, de las portadas que has publicado me quedo con la de Superman y Wonder Woman con el Tio Sam, mítica la edición de Bruguera en álbum.
Un saludo
Saludos, Carlos.
Un cómic legendario el que publicó Bruguera dentro de la serie de álbumes de Superman, a pesar de las mutilaciones y la falta de páginas... Es una obra que sin duda merecería una reedición como Dios manda.
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