Hoy iba a publicar el 12º post de la colección Maestros del Terror, pero en el último momento -evidentemente condicionado por haber estado saboreando mi regalo de Navidad (Little Nemo in Slumberland: ¡Esos Espléndidos Domingos!)- me he decidido a posponerlo un poquito y a felicitaros el año nuevo y desearos lo mejor de lo mejor para el 2017 de la mano del incomparable arte de Winsor McCay y su inolvidable Little Nemo, con 12 espléndidas uvas, o lo que es lo mismo, 12 planchas especialmente seleccionadas de su gran obra maestra, para el deleite de todos los amantes del 9º Arte.
Para mi lo mas asombroso de esta obra es que aun vista hoy sorprende, con la de comics que todos los que disfrutamos del noveno arte hemos visto desde que en 1905 aparecio esta mítica serie de Winsor Mc Cay, pues hoy en 2017 yo sigo viendo frescura en estas paginas, eso a mi modo de ver convierte "Little Nemo" en una obra maestra atemporal, su planificacion, enfoques, ambientacion, color me parecen geniales...
ResponderEliminarSaludos.
No recuerdo qué autor (o crítico) dijo algo en plan que menos mal que McCay fallaba en la rotulación (bocadillos muy apelotonados) porque en todo lo demás era un fuera de serie. Un crack en todo, como apuntan arriba.
ResponderEliminar¡Y FELIZ 2017!
Un abrazo, Mo.
Totalmente de acuerdo, Folk.
ResponderEliminarPrecisamente lo que me ha llevado a publicar este post han sido todas esas sensaciones que comentas sobre Little Nemo, lo que la convierte en una obra maestra absolutamente irrebatible.
Saludos.
Igualmente, David.
ResponderEliminarLa perfección no existe, así que McCay tenía que fallar en los bocadillos, Foster en esas caras excesivamente finas o aniñadas de Val y otros guerreros, Big John en una cierta tendencia a descuidar los fondos, Kirby en licencias anatómicas que progresivamente se fueron acentuando, Wrightson en que no lograba dibujar mujeres realmente bellas...
Un abrazo.
Hola, Mo. Lo de las mujeres bellas, son pocos los artistas que son buenos para ello. En eso se mide la calidad de un artista de cómics. Hasta el mismo Moebius decía que él no podía dibujar chicas bellas!
ResponderEliminarDe McCay, lo sorprendente, es que aparte de dibujar esta serie, que con todo el detalle en las viñetas le debia tomar una semana por plancha, tenía tiempo de hacer dibujos animados, que los hacía él mismo (y fue el primero en hacerlo). Lo de los bocadillos fue un problema en los primero tiempos. Como explicar que un personaje estaba hablando dentro de un dibujo? Aunque hoy en día es evidente, en la época no lo fue. Apenas se inventó la rueda, todo es fácil después.
McCay sigo siendo uno de los máximos exponentes del 9o arte, y uno de los precursores también.
Saludos, Diego.
ResponderEliminarMcCay fue un genio absoluto, un fuera de serie... pionero del cómic, autor de la primera gran obra maestra del género, pionero de la animación, ilustre cartoonist para periódicos, influyó a Walt Disney y a miles de artistas tanto del cómic como de la animación... uno de los más grandes entre los grandes.
Cierto lo de que muchos grandes artistas no han sido especialmente buenos ilustrando la belleza de la mujer... en ese aspecto siempre me vienen a la mente inmediatamente John Buscema y John Romita Sr., realmente insuperables en ese campo.
Yo siempre he pensado en que McCay marchaba dos o tres pasos por delante de todos los autores de su tiempo. Su forma de narrar, su simbología, su plasticidad, su planificación gráfica, su originalidad...
ResponderEliminarComo ya habéis dicho, hoy día nos sigue alucinando por su audacia y su peculiaridad.
Para mí es uno de los más grandes creadores del cómic. Un genio de la plancha.
Abrazos
Totalmente de acuerdo, Jesús, dos o tres pasos por delante de todos los autores de su tiempo... y yo añadiría que también por delante de la mayoría de los de todos los tiempos, salvando un puñado de otros ilustres históricos.
ResponderEliminarAbrazos.