La Edad de Plata de la historia del comic-book, es el periodo comprendido aproximadamente entre 1956 y principios de la década de los 70 y que representó el resurgimiento del comic-book en general y del género super-heróico en particular, además de ser una época en la cual tanto el nivel de los guiones como el nivel artístico en el medio evolucionaron a pasos agigantados. Al igual que pasa con la Golden Age, existen puntos de vista diferentes sobre cual es el momento exacto en que da inicio la Edad de Plata, ya que algunos expertos consideran que fue el debut de Martian Manhunter en las páginas del nº 255 de Detective Comics (1955); básicamente por ser el primer super-héroe nuevo en aparecer tras varios años de ostracismo en el género, especialmente desde la caída en picado de los cómics de super-hérores a finales de los 40 y de la masacre provocada por el Dr. Frederic Wertham en el mundo del comic-book en general en 1954.
Aunque la opinión más extendida y generalizada, es la de que la Silver Age dio comienzo oficialmente con la publicación del nº 4 del título de DC Comics (aun National en aquella época) Showcase, donde era presentada una nueva versión del personaje The Flash, rediseñado para la nueva era por los guionistas Bob Kanigher y John Broome y por el dibujante Carmine Infantino (sin olvidar la importancia en esta revitalización, del editor Julius Schwartz); causando un gran impacto entre el público, que comenzó a demandar la vuelta a los cómics de más super-héroes clásicos de la Golden Age.
A partir de ese momento, comenzó una época llena de creatividad que brindó a los aficionados otros retornos ilustres de grandes personajes de la Golden Age, también rediseñados debidamente para la ocasión, destacando especialmente el de Green Lantern (por John Broome y Gil Kane), el de The Atom (por Gardner Fox y Gil Kane) y el de Hawkman (por Gardner Fox y Joe Kubert). Aunque en medio de todos estos retornos a la grandeza de personajes clásicos de la Golden Age, Jack Kirby brindó al medio su primera gran obra creativamente hablando (también para National), los Challengers of the Unknown, grupo de aventureros que también debutó en las páginas de Showcase y que en ciertos aspectos, fue un claro precedente a los 4 Fantásticos, una de las obras maestras más reconocidas y aclamadas de toda la fructífera carrera de Jack Kirby.
Igual que pasó en la Golden Age, el gran éxito de todos estos super-héroes de National, provocó que alguien tuviera la genial idea de unirlos a todos en un grupo, así, igual que en los años 40 apareció la Justice Society of America; en el nº 28 de The Brave and the Bold (principios de 1960), hizo su debut la Justice League of America (Gardner Fox y Mike Sekowsky), que inicialmente contó en sus filas con Flash, Green Lantern, Martian Mahunter, Aquaman y los tres pesos pesados de la editorial, los únicos super-hérores que no llegaron a ver canceladas sus colecciones ni en los peores años del azote del Dr. Wertham; Superman, Batman y Wonder Woman.
Pero lo más grande de la Silver Age aún estaba por llegar y el detonante de todo ello fué precisamente el éxito de la Justice League of America, que llegó a los oidos de Martin Goodman, editor de Marvel Comics (antigua Timely Comics), provocando que le encargara a Stan Lee la creación de un grupo de super-hérores para su editorial. En aquella época, Marvel (que durante los años 50 y hasta 1961 fue conocida como Atlas Comics) vivia del cómic de género (western, romance, suspense...), con algunos momentos de gloria en forma de historietas de corte fantástico repletas de monstruos gargantuescos, amenazas alienígenas y robots gigantes, influidos por el auge de la ciencia-ficción en el cine de la época; destacando especialmente las historias dibujadas por Jack Kirby y Steve Ditko.
Precisamente Jack Kirby y Steve Ditko, junto a Stan Lee, fueron los máximos responsables del boom de la era Marvel de los cómics. Lee y Kirby fueron los creadores del supergrupo encargado por Martin Goodman al propio Stan Lee que mencionamos antes, The Fantastic Four (1961) y de muchos otros personajes que llegaron después, como The Incredible Hulk (1962), The Mighty Thor (1962), Iron Man (1963) o The X-Men (1963) y el propio Lee, junto a Steve Ditko, creó también a Spiderman (1962) y a Doctor Strange (1963). El secreto del increíble éxito y de la tremenda influencia de todos estos personajes, fue su carácter más humano y realista, en contraposición a los héroes perfectos e infalibles de National; los héroes de Marvel tenían sus dudas, sentían miedo y en ocasiones incluso se equivocaban, lo que los hacía mucho más humanos y cercanos al lector, por no decir reales. En 1963, Marvel, al igual que había hecho National con la Justice Society y la Justice League of America, decidía probar suerte con un grupo formado por sus principales héroes; así nacían The Avengers (también creados por Lee y Kirby), cuya formación original estaba compuesta por Thor, Iron Man, Hulk, Ant-Man & The Wasp. Además, en su nº 4, Stan Lee decidía traer de vuelta al Capitán América, el mítico héroe de la Golden Age, actualizándolo e integrándolo plenamente en la continuidad de la época.
Tras un periodo inicial donde el grueso de la calidad artística de Marvel corrió a cargo de Jack Kirby y Steve Ditko, junto a aportaciones de un puñado de artistas de corte más mediocre (aunque sin olvidar la breve pero maravillosa etapa de Wally Wood en Daredevil), durante la segunda mitad de la década, llegaron a Marvel artistas del talento y la trascendencia de John Romita Sr., John Buscema, Gene Colan, Neal Adams, Jim Steranko y Barry Windsor-Smith, entre otros (aparte del guionista Roy Thomas, que daría grandes momentos de gloria a la compañía) y las cotas de calidad del universo Marvel no hicieron mas que subir, hasta llegar a un nivel de esplendor creativo/artístico pocas veces visto a lo largo de la historia del comic-book.
Dejando aparte a las dos grandes potencias que marcaron la Silver Age (Marvel y DC), hay que reseñar también a un buen número de editoriales "menores" y no tan menores, que tuvieron sus momentos de gloria a lo largo de la Edad de Plata, destacando especialmente Dell Comics y su amplio abanico de adaptaciones al comic-book de series y películas famosas de la época; y es que Dell, consiguió los derechos de publicación de los personajes de compañías tan importantes como Walt Disney, Metro Goldwin Mayer o Warner Brothers, entre otras y publicó un montón de cómics de series (tanto de animación como de imagen real) como Rin Tin Tin, Ben Casey, Tarzán, Felix the Cat, Mission: Impossible, The Twilight Zone o Roy Rogers, entre muchas otras, aparte de comics de todos los principales personajes de Disney. En Dell no trabajaron tantos artistas de renombre como en Marvel o en DC, pero no hay que olvidar aportaciones a la compañía de algunos grandes del medio como Russ Manning, Jesse Marsh o Fred Harman, las inolvidables historias de Walt Disney's Zorro que llevó a cabo Alex Toth o algunas adaptaciones de grandes films de la época que ilustró un joven John Buscema.
Además de Dell, también tuvieron su importancia compañias como Charlton Comics, Harvey Comics, Gold Key Comics o Archie Comics (y sus longevos títulos de teenagers); aunque merecen especial mención dos propuestas como fueron Tower Comics (división de la empresa Tower Books, que en 1965 intentó el éxito en el campo del cómic con el gran Wally Wood en calidad de editor, guionista y dibujante y muy especialmente con el título T.H.U.N.D.E.R. Agents, amalgama de género super-heróico y espionaje, que durante cuatro años brindó historias de gran calidad ilustradas especialmente por Wally Wood, pero también por artistas de la talla de Gil Kane, Al Williamson, Reed Crandall o Steve Ditko; pero que tras muchos problemas con las distribuidoras, tuvo que terminar cerrando) y Kitchen Sink Press (la primera editorial que abogó claramente por el cómic underground y que contó con autores del nivel de Robert Crumb, S. Clay Wilson, Art Spiegelman y Trina Robins).
Y es que a mediados de los 60 se produjo el gran auge del cómic underground, que tímidamente comenzó a emerger a principios de la década y que a finales ya contaba con obras de artistas underground tan trascendentales como los antes citados o Gilbert Shelton, Spain Rodríguez y Richard Corben. El primer gran comic-book underground fue el Zap Comix de Robert Crumb, comenzado a publicar en 1968.
Y llegamos al final de la Silver Age, que para variar, también cuenta con ciertas discrepacias entre los historiadores sobre cual fue el momento exacto que marcó su fin. Quizás los dos criterios más extendidos son los dos siguientes; por un lado el que cuenta que ese momento lo marca la aparición del primer número de Green Lantern guionizado por Denny O'Neil y dibujado por Neal Adams (1970), que inició la celebrada etapa en la cual el título fue reconvertido a Green Lantern & Green Arrow y en cuyas páginas se tocaron multitud de problemas sociales tales como la corrupción, el racismo, las drogas o la contaminación ambiental, demostrando que el comic-book, aparte de brindar grandes dosis de entretenimiento en forma de acción y heroismo, también podía ser un medio crítico con la sociedad, donde se tocaran problemas reales, además de las típicas grandes amenazas ficticias habituales. Con el GL & GA de O'Neil y Adams, el cómic daba otro gran paso en su constante evolución y entraba de lleno en la Bronze Age.
Aunque para otros, ese momento que marcó el fin de la Silver Age del comic-book, es ni más ni menos que la publicación de los Amazing Spiderman nº 121 y 122 (1973, por Gerry Conway y Gil Kane); la trágica historia de la muerte de Gwen Stacy, la primera novia del personaje. No fueron pocos los aficionados que quedaron tremendamente impactados por semejante decisión editorial, que para muchos historiadores del cómic, representa el fin de la inocencia en el comic-book y el auténtico comienzo de la Bronze Age.
Un buen repaso a la cronologia de la Edad de Plata, yo me quedo con el inicio del "Showcase #4" y el comienzo de Neal Adams y O´Neil en "GL/GA" como punto de partida a la Edad de Bronce. Lo de la muerte de Gwen Stacy no sabía que también se consideraba el final de la Edad de Plata. Saludos.
ResponderEliminarMuy completo articulo. Yo sí había considerado el fin de la SA más asociado con la muerte de Gwen que con los números de GL/GA y existe más unanimidad respecto a su inicio con el nuevo Flash pero, supongo, que se debe más a la relevancia de Marvel en España que a otra cosa.
ResponderEliminarImpacientes Saludos.
Gracias, Carlos.
ResponderEliminarSupongo que son los puntos más importantes, especialmente el primero; el Showcase nº 4 fue el desencadenante de todo lo que vino después y el GL & GA de O'Neil y Adams un verdadero cambio en la forma de escribir y plantear los cómics.
Saludos.
Gracias, Pablo.
Es evidente que a nivel de España, los grandes momentos de la historia de Marvel han pesado mucho más que los de DC. Es pura historia editorial de nuestro país. Aunque la importancia de la muerte de Gwen fue enorme y son muchos los teóricos de la historieta que consideran ese momento como la pérdida de la inocencia en el cómic americano.
Saludos.
Y otra vez igual. Gwen o lo de Flecha/linterna. Pues no sé.. si eres marvelzombie, Gwen.. y si eres de DC, lo otro (ja,ja).
ResponderEliminarEsto... supongo (que no sé, pero me da que sí) que los comics de Dell se venderían bastante más que DC y Marvel, ¿no? Por cierto, los que no has mencionado y eran los bestseller, creo (que no tengo ganas de ir a comprobarlo) eran los de Archie, ¿no?
Un saludo.
Saludos, David.
ResponderEliminarAhora mismo no tengo datos sobre ello, pero Dell vendía muchísimos cómics.
Archie fue uno de los cómics más vendidos durante bastante tiempo... aunque sí que he mencionado a Archie Comics.
Y sobre lo de DC y Marvel... pues lo de siempre, cada uno tira para casa, aunque yo, desde mi posición de amante de los cómics, intento no tirar para ningún lado y ser objetivo con eso. Yo admiro el trabajo de Adams, el de Gil Kane, el de John Buscema y el de quién sea, independientemente de que sea para Marvel o para DC.
Por cierto, ya que tocamos el tema... como me hubiera gustado ver a Big John dibujando a Batman o a la JLA en plenos años 70 u 80.
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