En esta última entrega de "Marvel Color de Bronce", quiero destacar el valor icónico del Ghost Rider del gran Mike Ploog. Personaje de culto donde los haya, el Motorista Fantasma contó con muchos dibujantes diferentes a lo largo de su colección clásica de los 70 (y parte de los 80), desde Tom Sutton hasta Bob Budiansky, pasando por artistas como Jim Mooney, Sal Buscema, George Tuska o el legendario Frank Robbins, entre otros. El más longevo fue Don Perlin, todo un profesional del medio cuyo arte, no obstante, palidecía, bien entrada la década de los 70, al lado del de compañeros suyos como John Buscema, su hermano Sal, John Byrne, Ross Andru, Paul Gulacy y tantos otros genios del dibujo que trabajaban regularmente para Marvel en aquella época. De todos modos, su etapa dibujando a Johnny Blaze tiene reservado un rincón perenne en mi corazón, por ser la etapa a través de la cual conocí al personaje y se convirtió, para siempre jamás, en uno de mis mayores personajes de culto.
De todos modos, el artista por excelencia del Motorista Fantasma es, y siempre será, Mike Ploog, que fue su creador gráfico, dibujó sus primeros números (todavía en la cabecera genérica Marvel Spotlight) y creó todo un icono gráfico de cráneo llameante adoptado por moteros de todo el mundo y amado por multitud de aficionados al cómic como lo que es, uno de los mayores personajes de culto que han existido en la historia del 9º Arte. Disfrutemos pues, en esta última entrega de la sección, del arte del nunca suficientemente valorado Michael G. Ploog y de su creación más cadavérica y llameante, el mayor super-héroe sobrenatural de todos los tiempos: el Motorista Fantasma.
EL MOTORISTA FANTASMA DE MIKE PLOOG