COMIC IS ART: 06/2009

Esto viene a ser un pequeño repaso de mi visita de un solo día al 27º Saló del Còmic de Barcelona. Fui el Viernes (o lo que es lo mismo, el primer día), ya que siempre que puedo y mi calendario me lo permite intento ir el primer día de los cuatro que dura el Saló; por dos razones, la primera por la tranquilidad, que siempre es mucho mayor que el Sábado o el Domingo, donde hay muchas aglomeraciones y la segunda por la vena coleccionista, ya que si vas con la intención de buscar y rebuscar por todos los stands de librerías especializadas y cómics de 2ª mano en busca de cómics difíciles de encontrar, siempre es más fácil que los encuentres el primer día del evento, ya que si hay algo muy difícil o muy buscado es evidente que no llegará al segundo día del Saló.

Muchas exposiciones, muchos autores invitados, muchas novedades... pero de eso ya tenéis mucha información en otros blogs, así que yo solo pretendo efectuar un pequeño repaso a mi visita en clave bastante personal, así que me abstengo de citar el nivel de asistencia, los premios de esta edición y todas esas cosas que ya tenéis muy bien detalladas en otros blogs y sitios web relacionados con el mundo de cómic. Pues bien, ahí va un pequeño y personal resumen en tres partes:

1ª Parte - El 27º Saló del Còmic en imágenes: Un puñado de fotos improvisadas y espontáneas hechas con el móvil para mostrar el lado más vistoso y curioso del Saló.

- La curiosa y brillante exposición de planchas de Pasqual Ferry.

- La divertida y original exposición sobre el impacto de Barack Obama en el mundo del cómic.

- Terry Dodson firmando ejemplares en el stand de Dolmen Editorial.

- La cuidada y vistosa exposición de los originales de Diego Olmos para la obra Batman: El Caballero del Dragón.

- Exposición de originales de Purita Campos.

- Vuestro amistoso vecino Spider.... eh, digo Mo Sweat en plena vorágine salonera; de stand en stand...

- La exposición más elegante y bonita del Saló; la de originales de Jazz Maynard, del artista Roger Ibáñez.

- Y la joya de la corona; la pequeña pero maravillosa exposición de originales del Flash Gordon de Alex Raymond. Vista desde fuera.

- Un par de planchas de esta obra maestra del 9º Arte.

- El sujeto en cuestión junto a una de las últimas planchas que Alex realizó para el personaje.

- Y como colofón una auténtica obra de arte entre las obras de arte; lástima que no se pueda ver mejor.

2ª Parte - Las novedades: La verdad es que a diferencia de la mayoría, mi principal interés en el Saló no eran las novedades; esas ya las encontré luego, con más calma, en mi librería habitual. Mi principal interés era encontrar algunas pequeñas maravillas de antaño, pero eso ya vendrá en la 3ª parte, así que por si a alguien le interesa, citaré brevemente las principales novedades de este Saló que me he comprado: Sky Masters of the Space Force vol. 2 (Jack Kirby), Trueno Color vol. 1: A Sangre y Fuego (Victor Mora & Ambrós), Batman: El Caballero del Dragón (Mark Waid & Diego Olmos), All-Star Superman (Grant Morrison & Frank Quitely), Masquerouge (Patrick Cothias & André Juillard) y Absolute Batman: La Broma Asesina (Alan Moore & Brian Bolland).

3ª Parte - Mis compras saloneras: Y llegamos a lo mio, a esos pequeños tesoros que conseguí gracias a largas horas de buscar y buscar por todos los stands del Saló; mis auténticas novedades saloneras:

- Kirby, Kirby, Kirby... mucho Kirby en versión original, especialmente obras que doy prácticamente por perdido que se lleguen a publicar por aquí en los próximos años. Algunos ejemplares de Where Creatures Roam y de Where Monsters Dwell (colecciones de los 70 donde se reeditaron las historias cortas de monstruos de autores como Jack Kirby y Steve Ditko que se publicaron años antes en Tales to Astonish, Amazing Fantasy, etc.), los cinco primeros números de Machine Man y dos maravillas como son el DC First Issue Special: Manhunter y el DC First Issue Special: Atlas (cuanto me ha afectado tu blog, Bruce, ja, ja, ja, ja, ja).

- Big John, Big John, Big John... dos interesantes obras del gran John Buscema; los tres números de la adaptación al cómic del film En busca del arca perdida, Raiders of the Lost Ark y un tomito que andaba buscando desde hacía tiempo (esta vez en español), Conan: El Oro de la Muerte; una obra de finales de los 90 que volvía a reunir a Roy Thomas, a John Buscema y a Conan en un cómic. Una maravilla gráfica que demuestra que Big John con 73 años era diez veces mejor artista que la mayoría de estrellas del cómic del momento.

- Colan, Colan, Colan... y tres obras más de otro de mis favoritos, el gran Gene Colan. La primera miniserie que realizó de Nathaniel Dusk (en mi opinión inferior a la segunda, pero interesante igualmente), Detectives Inc., la miniserie que realizó para Eclipse en los 80 y que muestra a la perfección el gran arte del maestro Gene, al ser reproducida directamente de sus lápices y sin color y por último el 4º volumen del Marvel Masterworks: The Invincible Iron Man, que comprende mi etapa gráfica favorita de la historia del personaje; 100% Gene Colan y entintado en la mayoría de números por Frank Giacoia (en anteriores números a los que comprende este tomo también habían historias dibujadas por Colan, pero entintadas por Jack Abel y con resultados mucho peores para los lápices de Gene).

- Y una cuantas cosillas más... como los 6 primeros números de Cadillacs & Dinosaurs de Mark Schultz, un King-Size Special de Tower of Shadows (historias de terror de Marvel de los 70, con autores como Neal Adams, John Buscema o Steve Ditko), los tomos Superman in the Sixties y Superman in the Seventies (recopilación de algunas de las mejores historias del personaje en dichas épocas) o el tomo Marvel Romance, que es una recopilación de algunas de las mejores historias románticas de la Marvel de los 60, con autores como Kirby, Buscema, Romita, Colan y Giordano.

- Y para terminar, un error del pasado que enmendé en este Saló, ya que hace muchísimo tiempo (y aun no se muy bien porqué) me desprendí de los 14 números que componían la coleción del Namor de John Byrne que publicó Forum; pues bien, la recuperé completa y unos tres días después, en una tarde de calma en un parque, a la sombra de un árbol y mientras mi hijo de 5 años correteaba con sus amigos, la pude saborear de nuevo y me di cuenta de lo buena que es y lo grande que era John Byrne en aquella época. Sin ser una de las obras más recordadas de Byrne, le da 50 vueltas a la mayoría de las obras de super-héroes que se están publicando ahora mismo.