Hace tiempo que tenía pensado publicar este artículo sobre John Buscema, para así poder exponer y compartir mis sensaciones sobre uno de los más grandes dibujantes de cómics de todos los tiempos; en mi opinión, el más grande.
A nadie que conozca el cómic americano se le escapa que Buscema fue uno de los artistas más admirados e influyentes de la historia del comic-book, además de un autor muy prolífico y capaz de realizar muchas páginas al mes, al igual que Jack Kirby.
La imagen de Big John entre los aficionados al 9º Arte es desigual y contrastada; por un lado están los que lo reconocen plenamente y lo sitúan donde debe estar, en el Olimpo de los más grandes, pero por otro lado, hay un sector que se resiste a situarlo junto a Neal Adams o Jack Kirby, entre otros, debido a muchos de sus trabajos en los años 70, cuando era requerido por Marvel para realizar cuantos más cómics al mes mejor, llegando a apenas abocetar muchos de ellos y dejando el resto del trabajo al entintador de turno. Evidentemente el resultado final de muchos de esos trabajos era bastante inferior al del resto de su obra, ya que encima, varios de los entintadores que tuvo a lo largo de los 70, eran de estilo muy marcado y apenas se puede percibir el estilo de John bajo sus tintas; en todo caso, en la narrativa y en el diseño de página (por algo realizaba la composición y los bocetos), pero poco más.
John vivió en una época dura para un dibujante de cómics. Entre los 50 y los 60, tuvo que buscarse la vida como pudo, llegando a trabajar en el campo de la publicidad y dibujando los cómics que podía, que en aquella convulsa época (recordemos la famosa caza de brujas del Dr. Wertham), no pasaban de ser algunos cómics románticos para chicas y algún que otro cómic de género policíaco o western.
Fue a partir de mediados de los 60 cuando le llegó su gran oportunidad en Marvel. Su llegada a la "casa de las ideas", coincidió casi con la marcha del Rey Kirby y debido a su enorme talento, fue pronto el sustituto natural de Jack como artista principal de la editorial. Al igual que pasaba con Jack Kirby, John era muy rápido dibujando y era capaz de dibujar varios cómics al mes, lo que propició que Stan Lee hiciera con él, lo mismo que había hecho con Kirby, tenerlo como piedra angular en las principales colecciones de la casa y hacer que todos los jóvenes dibujantes se fijaran en él como modelo de estilo a seguir. Si salía al mercado algún título nuevo y John estaba demasiado ocupado como para poder dibujarlo, al menos, solía dibujar el primer (o los primeros) número, para así comenzar la colección con fuerza y con el nivel muy alto, aunque pronto le sustituyeran otros artistas. Si habían cómics de Conan el bárbaro que no tenía tiempo de dibujar, le pedían que los abocetara y luego eran terminados por Alfredo Alcalá o Ernie Chan, entre otros. En fin, que esto provocó que en muchos de esos cómics de Conan entintados por Alcalá o Chan, apenas se percibieran las facciones toscas que John le imprimía al bárbaro más famoso de la historia de los cómics y parecían, o mejor dicho, eran prácticamente dibujados por los entintadores.
Ya entrada la década de los 80, el panorama en Marvel había cambiado bastante y muchos jóvenes valores como John Byrne, Frank Miller o Walt Simonson imprimían su huella en los personajes clásicos de la casa, haciéndolos evolucionar. Precisamente en esa época, es donde encontramos algunas de las mejores obras de la carrera de John Buscema; pasó el tiempo y debido al éxito de todos esos jóvenes autores estrella, ya no era tan solicitado, o al menos no del mismo modo que en los 70 y precisamente por eso, pudo dibujar con más calma y en varias ocasiones incluso entintarse a si mismo, algo que apenas había hecho unas pocas veces a lo largo de su exitosa trayectoria en los 60 y 70.
En esas obras es donde uno se da cuenta de lo mal que le sentaban la mayoría de los entintadores a John Buscema, ya que era uno de esos dibujantes (como Gene Colan) al que era muy difícil entintarle y hacerle verdadera justicia. Si tuviera que quedarme con un entintador ideal para John, diría que el mejor ha sido Tom Palmer (igual que con Colan), sin duda fue el que le hizo más justicia; de todas maneras, el mejor John Buscema siempre será el que se entintó a si mismo; lástima que no lo hiciera más a menudo, pero eran otras épocas.
Llegado a este punto, es cuando debo apuntillar algunos detalles para demostrar lo que reza el título del post. John siempre se declaró admirador de los clásicos más realistas de las tiras de prensa, especialmente de Alex Raymond y Harold Foster. Y viendo su obra, uno se da cuenta de que el legado de Raymond y Foster siguió en el campo de comic-book de la mano de Buscema, aunque como he dicho antes, donde se nota más, es en los trabajos que pudo realizar con más calma y entintándose a si mismo.
También es cierto que John siempre fue muy modesto, llegando a decir en alguna ocasión que él no se consideraba un artista, que artista era por ejemplo, Velázquez. También llegó a repudiar públicamente el género de los super-héroes, que precisamente fue el género donde llegó a triunfar definitivamente y es que John, en parte, se sentía frustrado por no haber podido hacer siempre el tipo de cómic que a él le hubiera gustado y supongo que el haber tenido que realizar tantos cómics abocetados y con un resultado final tan poco a la altura de su talento, tampoco ayudaba, pero eran otros tiempos y a diferencia de hoy en día, un dibujante de Marvel o DC no ganaba mucho dinero, por más estrella de la casa que fuera y si podía dibujar 3 cómics al mes, mejor que 2.
Dicho todo esto, es cuando debo afirmar que para mi, John Buscema es el mejor dibujante de cómics que ha existido y para poder comprobarlo, uno debe dejar a un lado buena parte de su obra y centrase en ese exclusivo puñado de obras que comento más arriba y que Big John pudo realizar con más calma y realizando sus propias tintas.
Para ello, recomiendo contemplar con detenimiento las siguientes obras:
> La novela gráfica Conan el bárbaro (adaptación oficial de la película), publicada en el Marvel Super Special nº 21 en los USA (1982) y dentro de la colección de novelas gráficas de Conan en España.
> El Annual nº 13 de The Mighty Thor (1985), publicado en España dentro del primer volumen de Forum y en el último tomo (37) de la Biblioteca Marvel: Thor.
> La novela gráfica Lobezno: Elecciones sangrientas, publicada en los USA en 1991 y en España en 1992.
> El 2º tomo de Los mejores autores de Conan dedicado a Buscema que publicó Forum (concretamente el 6º de la colección), ya que en el primero se incluían obras entintadas por varios autores, pero en el segundo se decidió incluir solo obras entintadas por él mismo.
Además de todo esto, yo siempre digo que hay una cosa de la que estoy totalmente seguro y es que si juntas calidad con rapidez, John no tiene competencia. Si existiera la manera de juntar en un espacio atemporal a los mejores artistas de la historia del 9º Arte (a los lectores de cómics no nos falta imaginación), cada uno en su mejor momento personal y compitiendo en un concurso para ver quien sería capaz de hacerlo mejor; primero con tiempo ilimitado, para que cada uno pudiera dibujar lo que quisiera con todo lujo de detalles; y después con tiempo limitado, a ver quien es capaz de hacer los mejores dibujos en poco tiempo.
Estoy totalmente convencido de que el mejor sería Giovanni Natale Buscema.